El auge de los Ciberseguros: ¿Cómo protegerse frente a los delitos informáticos?

Delitos informáticos y fugas de datos personales: la era de los ciberriesgos

Los ciberseguros, una de forma de llamar a los seguros destinados a proteger a las empresas frente a los delitos informáticos, serán sin duda los protagonistas del sector en los próximos años. Ya estamos viviendo su auge, pero esto no ha hecho más que empezar.

Cada vez más empresas confían en la red y todo tipo de aplicaciones para agilizar sus procesos internos, aumentar su operatividad y almacenar datos de todo tipo, incluidos datos sensibles. Y, antes de nada, debemos dejar claro que es una tendencia positiva: Internet ofrece oportunidades prácticamente ilimitadas de crecimiento y productividad tanto a las multinacionales como a las PYMES.

Pero las nuevas oportunidades traen consigo, por desgracia, nuevos riesgos. Los denominados ciberriesgos: delitos informáticos de todo tipo, como el robo de propiedad intelectual, secuestros de equipos informáticos, robo o borrado de datos personales… y un largo etcétera. Estos riesgos no pueden ser obviados: existen, eso es un hecho, y lo que deben decidir las empresas es cómo gestionarlos.

Según PwC, las empresas se gastaron alrededor de 2.500 millones de euros en ciberseguros, una cifra que se espera que ascienda hasta los 7.000 millones de euros en 2020. Es decir, cada vez más directivos y gerentes de empresas deciden que los ciberriesgos no son un problema que sea buena idea dejar en manos del azar.

Evidentemente todo empieza por adoptar las medidas de seguridad que sean necesarias para evitar problemas y disgustos, pero, como ya sabemos, en Internet no hay ninguna barrera que sea infranqueable.

Los ciberseguros no son realmente una forma de protección, sino la mejor alternativa para evitar los peores escenarios en caso de que seamos víctimas de un delito informático. Escenarios como, por ejemplo, el hundimiento de nuestro negocio por una demanda millonaria a la que tendríamos que responder incluso con nuestro patrimonio personal.

No hay que olvidar que, frente a la ley, las empresas son siempre las responsables cuando se trata de proteger los datos de sus clientes u otro tipo de información sensible. De hecho, esto es algo que se menciona explícitamente en la GDPR, la nueva ley de protección de datos personales de la Unión Europea que entró en vigor el 25 de mayo de 2018.

Los ciberriesgos no son una posibilidad remota o, como tendemos a pensar, algo que solo les pasa “a otros”. Son el presente, un presente muy real, y los ciberseguros para empresas son la mejor respuesta por la que se puede optar. La falta de concienciación, fondos o personal no deberían servir como excusa: dejar nuestra seguridad informática en el aire puede ser mucho peor.

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