Los pasos para crear una empresa desde cero probablemente no son tan conocidos como deberían. Aún existe un importante déficit de educación empresarial y económica en nuestro país, por lo que muchas personas se encuentran perdidas cuando finalmente toman la decisión de crear un nuevo negocio.
El lanzamiento de una empresa debería ser lo más sencillo posible, ya que eso ayudaría a estimular el surgimiento de nuevos negocios y la actividad económica general. Pero más allá de los trámites y las cuestiones burocráticas, que también son importantes, debemos tener muy claras cuestiones como el plan de negocios, el potencial de crecimiento, análisis de la competencia, el plan financiero… todas ellas son imprescindibles si queremos que nuestro proyecto empresarial tenga éxito.
Crear una empresa desde cero exige esfuerzo y dedicación. Los pasos que hay que seguir son diversos, y en ocasiones complejos, por lo que en este artículo queremos aclararte los que consideramos que son más importantes. Vamos allá.
5 etapas para crear una empresa con éxito
Para poner en marcha una nueva empresa, existen cinco pasos básicos que debemos seguir:
La primera decisión que debemos tomar es si emprender o no, por supuesto. Una vez tengamos claro que estamos preparados, debemos elaborar un perfil detallado de nuestro futuro negocio y realizar un análisis DAFO, así como un estudio de mercado. Así, tendremos una clara de dónde estamos, a dónde queremos llegar y con qué recursos contamos para hacerlo.
Entre los pasos para crear una empresa, este es de los más importantes. Tendremos que elegir entre diferentes opciones (autónomo, sociedad limitada, sociedad anónima, etc.), en función del número de socios con el que contemos, el capital social, la responsabilidad de la entidad, etc. Cada forma jurídica tiene sus propias características, ventajas y desventajas, por lo que deberemos pensarlo detenidamente.
El factor burocrático suele ser el más lento y farragoso para las personas que se deciden a crear una empresa. Dependiendo de cómo sea el negocio que vayamos a lanzar, sus características y su forma jurídica, deberemos realizar unos trámites u otros. Algunos ejemplos son el alta en el censo de empresarios o la tramitación del certificado electrónico, entre muchos otros.
Nuestro objetivo a largo plazo pasará por que la empresa sea autosuficiente, por su puesto, y se financie con los beneficios de su actividad. No obstante, existen otras fuentes de financiación, en ocasiones específicas para emprendedores, sobre las que deberíamos informarnos y, si es posible, acceder a ellas.
Con la nueva empresa ya en marcha, hay un paso adicional que no deberíamos esquivar: contratar un seguro para el nuevo negocio. Así, contaremos con protección frente a los muchos riesgos que podrían arruinar nuestra recién creada empresa, lo que nos ayudará a ahorrarnos dinero y preocupaciones.
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