¿Eres administrador de una sociedad? Estos son los riesgos a los que te expones

Riesgos que corres si eres administrador de una sociedad

Existen muchas circunstancias por las que puedes encontrarte en el papel de administrador de una sociedad: familiares, laborales, de amistad… no obstante, este es un puesto cuyas responsabilidades y riesgos nunca son explicados de forma demasiado clara, lo que puede llevar a importantes conflictos en el futuro. Problemas que, poniéndonos en lo peor, pueden llegar a arruinar en los planos económico y laboral a cualquier persona.

Por decirlo de forma clara: ser administrador de una sociedad implica arriesgar el patrimonio personal… como poco.  Es decir, no es un puesto que se deba aceptar a la ligera o solo por confianza con otra persona. ¿Quieres saber por qué?

Oficialmente, y según la Ley de Sociedades de Capital, el administrador de la sociedad es la persona encargada de la gestión de la misma. Puede ser solo una persona, como en el supuesto que contemplamos en este artículo, varias personas o un consejo de administración. En cualquier caso, el administrador de la sociedad la representa tanto hacia el interior como hacia el exterior, y toma, en teoría, todas las decisiones importantes.

Pero ser responsable de todas las decisiones implica, por supuesto, que el administrador de la sociedad también es responsable de todos los problemas que se produzcan. Ante cualquier crisis, será esa persona o grupo de personas la que tendrá que asumir todas las consecuencias En concreto, el administrador se expone a riesgos de los siguientes tipos:

• Civiles: ante cualquier situación de impago, el administrador será el responsable, y tendrá que responder incluso con su propio patrimonio personal.
• Penales: ni que decir tiene que si se comete cualquier delito, el administrador se verá implicado incluso aunque no sea el responsable.
• Laborales y mercantiles: si se produce una mala gestión de la empresa o hay problemas con los pagos a la seguridad social, se considerará que el administrador de la sociedad debe responder.
• Fiscales: derivado de lo que explicábamos antes, en caso de que la sociedad tenga deudas, el administrador será el primero que deberá enfrentarse a ellas.
• Societarios: como es lógico, el administrador deberá rendir cuentas por todas las decisiones que tome al frente de la sociedad.

En definitiva: ser administrador de una sociedad puede tener muchos aspectos positivos, pero también implica, indudablemente, correr riesgos. Por ello, como decíamos, no es una decisión que deba tomarse sin haberlo pensado detenidamente.

En cualquier caso, con reflexión o sin ella, no hay que olvidar que nunca es posible prever todos los posibles riesgos a los que podemos enfrentarnos. Por ello, la mejor opción para cualquier persona que esté al frente de una sociedad es contratar un Seguro D&O para Administradores y Directivos. Una herramienta indispensable para todos aquellos directivos que quieran centrarse únicamente en sus actividades, en dirigir su empresa, sin tener que preocuparse permanentemente por los posibles riesgos.

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