Fijar los objetivos de negocio de una empresa es una de las principales tareas de un gerente cuando se termina el año, especialmente en épocas de incertidumbre. Incluso aunque el año anterior haya sido positivo para los resultados del negocio, es el momento de estudiar los KPI (Key Performance Indicators o indicadores de rendimiento) de la empresa y establecer las cifras a las que esperamos llegar el año que viene.
Las metas de una empresa pueden verse modificadas durante el año por una multitud de motivos coyunturales o circunstancias inesperadas, pero algo está claro: si no sabemos a dónde nos dirigimos, difícilmente podremos identificar el mejor camino posible. En efecto, estas palabras, que habitualmente pronunciamos en relación a la vida personal, son también aplicables a los negocios. Para hacer crecer una empresa, saber a dónde queremos llegar y qué objetivos queremos alcanzar es sencillamente fundamental.
Está claro que el análisis de los KPI del año que está a punto de acabar y la definición de los objetivos para el siguiente ejercicio son tareas que serán muy diferentes en cada negocio. Cada empresa tiene sus propias circunstancias (situación en el mercado, recursos disponibles, talento, etc.), condicionadas tanto por su naturaleza específica como, en un sentido más amplio, por su trayectoria y por el sector al que pertenezca. Los objetivos de negocio de la empresa deben fijarse atendiendo a esas circunstancias.
Aunque cada empresa sea diferente, hay una serie de consejos que pueden serle de ayuda a cualquier gerente que se disponga a analizar la situación de su negocio y quiera trabajar en los objetivos del año siguiente. Hoy queremos compartir contigo los cuatro más importantes:
Para facilitar la consecución de los objetivos del año próximo, es muy recomendable dividirlos por categorías y jerarquizarlos. Cuando pensamos en objetivos de empresa automáticamente nos vienen a la cabeza cifras económicas, pero lo cierto es que hay muchos tipos diferentes de metas de negocio: resultados económicos, sí, pero también objetivos de productividad, técnicos, de captación de talento, medioambientales… y estos son solo algunos ejemplos. Así pues, identifica todos los objetivos de tu negocio, clasifícalos y diseña un plan de acción que tenga en cuenta la importancia de cada uno de ellos.
Para evitar sorpresas y hacer avances efectivos también es importante contar con un presupuesto detallado, y que sea, por supuesto, lo más realista posible. No podemos adivinar todo lo que sucederá el año que viene -es algo que hemos aprendido en 2020-, pero sí podemos hacer ciertas predicciones en base a nuestra situación actual. Combina el análisis de esa situación y lo que esperas que suceda en 2021 para crear un presupuesto en el que se contemplen las partidas más importantes: operaciones, inversión, innovación, financiación, etc.
Cumplir los objetivos de negocio de una empresa es una tarea colectiva: todos los departamentos de la empresa deberán contribuir y, por ello, es importante, que los objetivos y las responsabilidades de cada individuo y cada equipo estén correctamente definidos. Haber dividido los objetivos por categorías, como te recomendábamos en el primer apartado, te ayudará en esta tarea, ya que cada departamento (compras, RR.HH., etc.) tendrá metas y responsabilidades muy diferentes. Organízalas bien para aumentar la operatividad y evitar frustraciones.
Ya que el éxito de la empresa depende del trabajo de todos, es recomendable establecer un jugoso sistema de incentivos que ayude a que los trabajadores se impliquen: una bonificación económica, unas vacaciones… hay muchas posibles opciones para motivar a tus empleados.
Fijar los objetivos de negocio de una empresa no es sencillo, y menos en épocas como la actual, pero es una tarea que no se puede posponer. Por ello, esperamos que estos consejos te sirvan de ayuda. Ahora es tu turno: ¡manos a la obra!
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